
No saber cómo irá el futuro, esa era mi preocupación, esa inseguridad sobre lo que ocurrirá, sobre si fracasaré como otras tantas veces, es lo que me impedía confiar en tí y en lo que teníamos. Quizá hubiera sido mejor olvidar el futuro y aprovechar y sacar partido al máximo de aquellos días, disfrutar sin preocupación de lo que me ofrecías. "Es mejor arder que apagarse lentamente", dijo Kurt Cobain. Esa frase que tanta verdad inspira la podría haber aplicado en ese momento. Dejarme llevar sin más es lo que quiero, dejar a un lado el instinto y lanzarme a la felicidad. Odio ese pequeño caparazón que se me ha ido formando alrededor para protegerme. Ese caparazón que me impide disfrutar de las pequeñas cosas. Ese caparazón que me impidió disfrutar de tí.
Y ahora que consigo deshacerme de él, todo se acaba. Tiempo, dijiste, tiempo. De nada me vale la libertad ya, de nada me vale darme igual el futuro. Porque sin duda "no se echa de menos algo hasta que se pierde". Echar de menos es el sentimiento más melancólico que existe, saber lo que hubo y que no volverá a haber.
Saber que aún lo deseo, pero que ya no es para mi. Entonces me impregno de tristeza y encuentro tu mirada en cada rincón de Madrid..
..y ahí es cuando me arrepiento tanto de ser tan dada a equivocarme.
2 comentarios:
Yo creo como decía una canción que " peor que el olvido es frenar las ganas de verte otra vez"... No tengas miedo a avanzar... Avanzar aunque te equivoques es algo hermoso, hermoso porque es verdad y algo verdadero a la larga no puede hacerte daño...
Publicar un comentario