
Es bonito estar enamorado. No lo aprecias lo suficiente, pero te encuentras en un estado de fluidez e ingravitación que te mantiene los pies bien lejos del suelo. ¿Puede uno acostumbrarse a esto? Siempre es innovador y refrescante, pero ¿puedes llegar a verlo tan normal como para no apreciarlo?
Yo digo que sí. Por eso os doy un consejo. Estad en la cima, notad que estáis en ella, sentiros capaz de todo y procurad hacer que cada día sea un nuevo reto, una nueva sensación.
Por que cuando los pies vuelven a tocar el suelo, no es suavemente, sino de golpe. El impacto será el mismo pero tendréis guardado en el bolsillo un tarro bien lleno de buenas experiencias y mejores recuerdos.
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