Me decías qué te pasa, ¿te duele otra vez? y yo con una sonrisa cómplice contestaba Sí, no sé qué me pasa últimamente. Pero sí que lo sabía. Lo que me pasaba es que llevaba dos meses siendo más feliz de lo que he sido toda mi vida.

Invisible cadena que me ataba a la vida.
Dependendia bendita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario