24/6/11
Suelen decir "la vida tiene estas cosas"
Te has ido, pero volverás, eso está claro.
Está claro, pero no es certeza, es suposición.
Claro que volverás.
Pero supongo que los corazones no saben de certezas, y por ello tienen miedo, aunque se sientan (como) en casa. Aunque la cabeza sepa que sí que volverás.
Pero ahora la casa está vacía y tengo miedo. De ese que me entra por las noches cuando voy a la cocina y está todo oscuro. Miedo de ese que siento cuando imagino cómo será cuando te vayas lejos, y nos veamos poco, y de tanto imaginarlo, ese pensamiento traspasa las neuronas hasta el sistema nervioso, y después llega al corazón, y se convierte en sentimiento. Y es el que me hace un nudo en la garganta. Y hace que se me empañen los ojos, y vagabundee por la casa. Como si buscándote una y otra vez pudieses por arte de magia (¡chas!) aparecerte en mi salón. Y pudieses darme sustos, tocarme el pelo y hacerme cosquillas.
Pero no, al menos no hoy.
Y me parece antinatural alargar el brazo y que mis dedos no den contra ti. Y que no durmamos juntos.
Y en eso estoy, y así me encuentro.
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