Si tú no estás, la gente se hace nadie.
Tanto viaje, viaje, viaje acaba por matarme. Ninguno de ellos me ha dejado buen sabor de boca, todos se me quedan en la memoria como un recuerdo algo amargo. No me gusta sentirme así. Aunque creo que lo que ocurre es que nada está a la altura de pasar otro año entero contigo en lugar de esperar a que llegue el maldito mayo. En lugar de echarte de menos y saber que aunque hiciese todo lo que estuviese en mi mano no podría ir a verte cuando quisiera.
Eso se me hace más duro que nada en el mundo.
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