El corazón se libera,
se desengancha de aquello que lo ata
vuela en un viaje astral
hacia los límites
hacia el calor,
el frío,
la lluvia,
los bosques,
las multitudes,
cuevas, montes, ríos, hablas desconocidas
Mas el cuerpo permanece aquí
como plomo sobre nuestros pies
mientras nuestros ojos solo alcanzan a mirar
a aquellos seres
capaces de verlo todo.
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