El abrazo se cernía
en silencio
Nos amábamos callados
mas las bocas bien abiertas
Nos acogió lo azul de la noche
oscura
anónima
real
Éramos unidades sin nombre
con derecho a todo
La leve luz de la luna hacía brillar como diamantes
las gotas
de sudor
sobre nuestros cuerpos
que eran uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario