Mi mirada viaja por océanos, continentes
y tú la apartas
Qué fue de la piel,
del vello erizado
del roce que impulsaba el tambor bajo mi pecho
en las noches insomnes
Qué fue del secreto
de las noches rojas, azules
como estrellas gigantes, enanas
que gravitaban alrededor de nuestra
nebulosa ingrávida,
que flotaba en el vacío del no-tiempo
Para qué dormir
si ya dormiremos cuando muertos
cuando separación, océano, distancia
Te (re)tengo en mi pecho
donde no hay nada más que vacío
Y de qué vale el intento
si cuando mi mirada vuela
tú la apartas.
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