Sin quererlo yo
sin quererlo
me cubriste de invierno
y de forma irremediable encuentro ahora pedazos de hielo
en mis ventrículos;
hasta ellos no llega el deshielo
que me revive poco a poco
Sin quererlo
congelaste algo
y tu nieve aún sigue llegando
a través del tiempo
Si algún día coincidiésemos
en la temperatura
Si algún día
quisieras tomar mi mano.
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