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Choco. Choco y choco contra ti, una vez más, una más, que duele, pero quiero chocarme de nuevo. Mi herida mana sangre de mi frente, pero el muro no se agrieta. El muro ni vibra, ni se mueve, ni se rompe. Mi corazón sí vibra, a cada choque se agrietan las ganas, la voluntad se estropea, cae desnuda y se rompe. No es el momento. No es el tiempo. No es la coincidencia. No es ahora, n-o es. Pero choco una vez más. Quiero chocarme, no puedo evitar seguir la trayectoria instintiva de mis células, que no es sino el camino para llegar a ti y de nuevo herirme contra tu muro. No es el momento. No es la coincidencia. La equis marca siempre el lugar.