16/12/14

Desastre

DESASTRE: La palabra desastre proviene del provenzal desastre, compuesta por el sufijo latino dis- (separación por múltiples vías) y astro (estrella). La palabra, del latín astrológico o astronómico, designaba la observación de un cataclismo estelar por el que una estrella o cuerpo fulgurante cualquiera observado en el cielo, se disgregaba en mil direcciones hasta desaparecer de nuestra vista. Como la astrología vinculaba la acción y fuerzas atractivas de los astros a efectos múltiples sobre la tierra y sobre la vida de los seres humanos sin que éstos pudieran tener control sobre estos cuerpos celestes, tal desorden celeste se interpretaba como augurio de desgracias y catástrofes.



El perro lo sintió antes que nadie.
Bajo sus patas, muy hondo, mucho
la tierra empezaba a removerse, a deshilacharse, a partirse
en pedazos minúsculos
que se movían en círculos, cogiendo velocidad,
cogiendo inercia,
generando una energía tal
construyendo poco a poco el desastre
creando la destrucción que paso a paso
el perro empezaría a sentir ya en las yemas de sus patas, en sus uñas
en su piel,
y estaría prevenido desde hace tiempo
sería consciente de lo que se le viene encima
   -o lo que se le viene debajo-
Tendría tiempo para cabalgar huyendo
tendría tiempo para no mirar atrás
sería capaz de desaparecer
y esquivar la muerte.

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