Los errores son inevitables. Cada paso que se da es un error que se ha superado. Un error del que te ríes en su cara y te pones zapatos nuevos y relucientes para dar la siguiente zancada.Aún intento aprender de algún error del pasado, pero eso sale solo. Llega un día en el que me doy cuenta de que es hora de pasar página y seguir caminando, no cayendo así en el futuro en otro lago pantanoso lleno de error similar.
Un día me doy cuenta de que lo que más me gusta en el mundo es cantar en un grupo delante de un público ansioso por oír el solo de Knockin' on heaven's door y sonrío eclipsando a todas esas personas con mi gesto positivo, y otro día cualquiera subo al escenario, todo va mal, y entonces siento que es inconfundible el olor del fracaso, impregnando toda esperanza.
La vida es cambio constante. Error constante. Y eso es lo que en realidad le da sentido.
1 comentario:
El día que sales eclipsando a la gente es el que cuenta, y cuando al otro día sale todo mal, a la gente que conoce todas las situaciones y esperaba verte salir, no a eclipsar, simplemente a hacerlo, le gusta igual o incluso más. Porque cuando alguien te dirige esa mirada acompañada de un guiño, o esa otra negando e intentando decir que todo va mal, SIEMPRE hay una persona, por pequeña que sea, que asentirá y te sonreirá solo para darte ánimos, y suplicará que salgas otra vez a cantar coreando tu nombre. Los errores no son tan malos, solo hay que aprender a controlarlos, y son la base de la confianza...
Y sigo pensando que estuvisteis preciosos ayer. (:
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