16/4/11

Dispuesta a abrazarte cien años enteros

Las letras flotan, quietas,
como aves,
en el cielo.



Hace exactamente ocho meses y cinco días que te escribí eso en un mensaje privado, a modo de broma para rebajar la tensión que me suponía escribirte, intentando esconder detrás de cada palabra que te iba a echar de menos en ese viaje que comenzaría al día siguiente.

Eran tiempos veraniegos, frescos, de lectura y relax, de camiseta de manga corta y exposiciones de fotos en el Reina Sofía. De tormentas de verano, y de ¿Y para cenar? ¡Tortitas! ¡Pero sin nata, por favor!
De leer On the road, bueno, de ir corriendo a comprarlo el día anterior al viaje para así acordarme de ti cada día de esa semana. De esa semana en la que estuve y me mantuve lejos. Esperaba a cada momento una palabra tuya, un "algo" tuyo. En ese viaje tuve mucho tiempo para pensar. Pensé, y tras mucho pensar, mi conclusión fue "No voy a pensar más".
Días después vi que me había equivocado, que esto era recíproco.
Y no sabes cuánto me alegro.






Tus besos, tus dedos, tus ojos, tu pelo, tus miedos, tu risa, tu encanto, tus celos. Lo bueno, lo malo, todo me lo quedo, se van a hacer cortos cien años enteros.

/Letra de "Cien años enteros", de Mi pequeña radio. 

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