Viendo algunas fotografías más en Internet, concretamente en flickr, he seguido observando cómo se gesta, mudo y ciego, este monstruo del arte del siglo XXI. Como aquel monstruo del anuncio, que cuánto más lo quieres, más crece.
Y me doy cuenta de que la gente no hace más que criticar los retoques fotográficos cuando no son más que una imitación de lo que antes se hacía en el laboratorio. Y me he dado cuenta de algo: ¿retocando se perfecciona? No, retocando se INVENTA.
En el barrio/ciudad/país/mundo que nos ha tocado vivir, estamos danzando confusos y mareados entre el cambio, la tecnología, los coches, las ciudades, los ordenadores, los relojes, los horarios. Y todos buscamos un lugar mejor, un mundo más bonito. Y cada uno lo encuentra de distintas formas. Pero nuestra Utopía, señores amantes de la fotografía, está en los lugares a los que las fotos nos llevan. Por ejemplo, viendo esta foto (que es a partir de la cual me ha surgido todo esto) de Enrojecerse:
Valentina, a photo by Enrojecerse on Flickr.
Es un lugar increíble, ¿y debido a qué? Ningún cielo ni ningún lago es tan azul. ¿Y qué? Es lo que queremos, fotos como ésta son las que nos permiten escapar un rato de nuestra vida diaria e infernal. Quisiéramos ser esa chica sentada en el muelle, sin pensar en nada más que en lo que se siente al estar allí. Puede que este lugar y la fotografía original no fuesen tan paradisíacos. Pero, ¿y qué? ¿Nos gusta, no? Pues eso es. En eso consiste.
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