Cansada de tantas batallas para un solo cuerpo. Últimamente creo que ya no tengo fuerzas para luchar por nada, ni por nadie. Camino deambulando por la casa, un café, abro "Los vagabundos del Dharma", lo cierro, abro el blog, escribo alguna nimiedad, me ducho, saco a Sito, vuelvo, me siento, pienso...
Actúo como una autómata realizando tareas sencillas, pero sin querer enfrentarme con nada serio. Son demasiados problemas cargados a la espalda y dudo que pueda con la piedra de Sísifo por más tiempo.
Intentaré (y digo intentaré porque lo veo crudo) deshacerme un poco del mundo de las redes sociales, aunque con mi obsesión por mostrar cada foto que hago dudo que dure poco tiempo. Sé que esto que os digo no os importa un carajo, pero como total, esto no lo lee nadie, hablo para unos lectores hipotéticos, que es la mejor forma de expresar los pensamientos y no parecer una loca. Tuenti ha muerto para mí momentáneamente, necesitaba un respiro. Facebook sigue abierto, ya que ahí sí que no tengo "morralla" y a las pocas personas que tengo agregadas son de verdad gente de la cual me importa su vida y no se convierte en un simple cotilleo.
De todas formas, un blog creo que es lo mejor que se puede utilizar hoy en día en internet, así que eso sí que seguiré usándolo, porque cada día que pasa me gusta más.
:)
Añado algunas fotos, necesito AYUDA porque no sé qué fotos presentar a un concurso de Sostenibilidad y Medioambiente:
Había pensado en:
Presentar esta al premio "fotografía no retocada":
Y estas dos sin más al premio "fotografía retocada"
1 comentario:
Muerte al tuenti. ¡Ya verás como tu vida da un vuelco!
Retocada la del bosque. La parte consecuente de mí te diría que la de la casa con el huerto es lo suyo, pero la parte de cara-pintada lo despedazaría antes de que pudiese pronunciar palabra.
Creo que es una fotografía especial. Siempre que la he visto me he descubierto minutos después a mí mismo arrastrado al inevitable de imaginarme en esa carretera, en ese momento entre lo fantasmal y lo simbólico, buscando en mi cabeza el rastro inexistente de un recuerdo que me lleve al mundo desconocido que se abre más allá de la curva. Es una foto frustrante y hermosa a la vez, siempre acaba haciéndome perder el tiempo entre la ensoñación y la falsa nostalgia.
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