13/2/12

Acordarse de vivir no es fácil

No es fácil tener la constante sensación de que el tiempo se escapa entre los dedos. Las pequeñas tareas nos distraen cada día la mayor parte del tiempo, y sólo vemos hasta donde nos alcanza la vista. No es fácil cambiar el "adiós" por un "hasta luego, un beso, te quiero" para nuestra madre cuando salimos de casa. No es fácil dejar de discutir para disfrutar de que todavía estamos juntos, y que nos queremos. No es fácil no quedarse en casa estando cansado, en lugar de salir a aprovechar el día, ir a un museo, tomar un café o simplemente pasear.
No es fácil acordarse de vivir a cada momento. Quizá deberíamos tatuárnoslo en la muñeca.

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