24/1/11

The Greatest.


Después de desatar su risa de fuegos artificiales -la de ambos- por culpa de alguna tontería de las suyas, el silencio fue invadiendo poco a poco el espacio. Los dos miraban al infinito, pensando. Él, pensaba en sus labios desenfocados, y se le ocurrió que eran los labios más bonitos que había visto. Ella, de forma tonta, se puso a pensar en qué pasaría si uno de los dos dijese “basta, se acabó”. Se puso tan triste que se le escaparon un par de lágrimas valientes sin darse cuenta. De pronto lo miró y lo besó en los párpados, como si fuese la cosa más valiosa. Dijo “jo”. “¿Qué?” dijo Él. “Nada”, sonrió Ella.

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